EL CENTRO DE UN TABLERO ESPIRALADO

¡Hola viajer@! ¡Feliz entrada en el 2025!

Bueno, me gustaría comenzar el año contándote algo más personal, que, si bien tiene todo que ver con los viajes y la meditación, pues son ya parte de lo que me conforma, habla un poco más de este viajero al que hace un tiempo que conoces…

Me gustaría contarte que, tras muchos años de viaje por el mundo, mis pasos, como si hubiesen estado en el fondo andando solos, me han conducido finalmente al centro de un gran tablero espiralado: el mío.

Como si de un Gran Juego de la Oca se tratase, que comencé a jugar en 2008, cuando me inicié, (sin saberlo del todo), en la magia del Camino, en cada casilla he vivido un montón de cosas. Me he sumergido en sus dibujos como si una fuerza de atracción irresistible hubiese tirado de mi irracionalidad, sin posibilidad alguna de negarme. No, miento, sí, podría haberme negado, podría haberme atado al mástil y haber renunciado a los cantos de las sirenas, pues, en el fondo, es la manera en la que me habían enseñado a tirar los dados… Pero decidí saltar al agua y bañarme con ellas. Y gracias a esta decisión, créanme, desde mi sentir, valiente, pude conocer un mundo donde avanzo en el tablero, no por lo que suman los dados, sino porque me llevaba la corriente…

¿Cómo es el centro del tablero?

Foto de @branko_zuniga

 

 

 

Bueno, el mío es realmente mucho más increíble de lo que jamás había imaginado… Es un espejo gigante, un lago glacial en mitad de la Patagonia Andina, que es capaz de reflejar, además de las estrellas, el silencio que habita entre ellas. El nombre y su ubicación es, en el fondo, lo de menos; lo demás es la sensación que me habita desde que he llegado. No sabía que uno podía sentir amor y llorar de belleza con tanta facilidad ante los elementales.

Hoy entiendo a Thoreau mejor que nunca, y me he hecho la promesa de que, si la vida me sigue insistiendo desde no sé qué lugar de aquí adentro, tendré que narrar la belleza de las ventosas aguas que me han convocado. Pero, mientras tanto, tendréis que hacer de vuestra imaginación bandera, y recrear la temperatura de sus aguas, su paz y su quietud en los días calmos, y la poderosa energía que emana… Además, creo que la imaginación es una de las mejores banderas para encauzar el impulso de vivir acorde a tu propia ensoñación, para crear vuestro propio tablero. Pues, por muy loco que parezca, podemos recrear (volver a crear, pues ya ha sido creado en tu mente) aquello con lo que soñamos.

Desde aquí, desde el centro de mi tablero, me dispongo a emitir alto y claro, a seguir animando a todas aquellas personas que sientan la llamada de la libertad y la aventura, y/o la necesidad de comprender y comprenderse mejor, a que suelten y confíen; a que se relajen y disfruten como forma de andar del Camino, de encontrar su centro, pues todo lo que nos rodea no solo es bello, sino también inteligente…

Ya me despido, pero antes me gustaría contarte que, en este 2025, tengo intención de seguir ondeando, para ti, la bandera de los Vientos del Cambio, pero con muchas más herramientas y capacidades. Este año renuevo el trapo –las velas, en términos náuticos– que impulsa la Escuela para Viajeros en internet, con una nueva web que transmita más claridad y enfoque.

El propósito sigue siendo el mismo: acompañarte a navegar tus propios vientos, si sientes que lo necesitas, y, si no, si te ves reflejado con claridad en el espejo, impulsar tu necesidad de expansión, externa o interna, a través de los viajes de aventura y de la meditación. Ser viento de popa de tu propia transformación…

Creo, con toda la certeza que soy capaz de sentir, que todos tenemos un centro mágico del tablero. Lo único que tenemos que hacer para encaminarnos hacia él es animarnos a salir de la esquina de nuestras certezas.

Te deseo, con el corazón, el mejor año del mundo.

Con Paz y Amor,

 

Miguel Tárrega Fernández – Mellado

Escuela para Viajeros – Vientos de Cambio